REPORTAJE DEL PREGÓN DE LA GOYESCA DE RONDA 2016
(Iremos añadiendo más imágenes y película entera filmada del acontecimiento completo)
APOTEÓSICO
PREGÓN DE LA CORRIDA GOYESCA DE RONDA A CARGO DE JESÚS CUESTA ARANA
La Gran sala del Palacio de Congresos registró
un lleno absoluto en el Pregón de la Goyesca de Ronda a cargo del pintor,
escultor y escritor de Alcalá de los Gazules, Jesús Cuesta Arana. Fue
presentado por Juan Belmonte Luque (Periodista de Canal Sur). Asistieron la
Alcaldesa de Ronda Teresa Valdenebro Ríos, el Delegado del Gobierno de la Junta
de Andalucía José Luis Ruiz Espejo. El Presidente de Tauromundo, Martín Vivas
Ruiz y la presidenta de la Damas Goyescas, Ana Gómez Vivas. Numerosos
aficionados tanto rondeños como de otros lugares no quisieron perderse tan
extraordinario evento.
Jesús Cuesta Arana, ofreció un pregón –con
suspense– donde la fuerza de la imaginación
dominó de principio a fin. Mantuvo en vilo a toda la audiencia. En
realidad el pregón lo condujo una ficticia muchacha, que hizo un emotivo
recorrido por Ronda y su Real Maestranza de Caballería, con un aluvión de
sensaciones e imágenes. Al final se desvela el misterio. La muchacha azul
purísima simboliza la Ciudad de Ronda que se pregona así misma.
Cerró el acto las actuaciones de El Cachorro de
Paterna, que interpretó los cantes de la tierra rondeña y unas peteneras
dedicadas al Alcalde de Alcalá de los Gazules, Javier Pizarro Ruiz y al Alcalde
de Paterna de Rivera Alfonso Caravaca Morales. Al baile: Fernando Belmonte, sobrino
del Pasmo de Triana, toda una leyenda y Carmen Noble que fue su alumna. Arte y
embrujo por doquier.
Todos los asistentes salieron entusiasmados con
tan extraordinario acontecimiento .He aquí lo que escribe al respecto Martín
Vivas, Presidente de Tauromundo:
Mi querido Jesús,
Quisiera agradecerte en nombre de TAUROMUNDO y en el mío propio, el pregón
tan extraordinario que nos ofreciste de la Goyesca.
Nos llegan felicitaciones de todas partes y todo el mundo habla de la
originalidad, lo bien construido y el fondo
tan rico de dicho pregón. Yo añadiría la
belleza de su prosa poética. En fin y para no alargarme en y resultar barroco,
un excelente pregón el que nos ofrecistes.
Quisiera que felicitases al grupo flamenco que nos acompañó con su
interpretación de los cantes de Ronda, Fernando Belmonte, Antonio "El
Cachorro de Paterna", a la bailaora Carmen Noble y al guitarrista.
Y por supuesto a nuestro común amigo Juan Belmonte, tan generoso y
fenomenal persona.
Recibe un cariñoso y rondeño abrazo.
Cartel oficial
JUAN BELMONTE LUQUE PRESENTA AL PREGONERO
El periodista Juan Belmonte, presenta al pregonero con todo el temple, acento y aire de su tío abuelo El Pasmo de Triana. Se entregó al al máximo.El acto lo requiere por su gran categoría.
Excelentísimas
autoridades, miembros de Tauromundo, Señoras, señores, amigos todos, muy buenas noches.
Estoy aquí de nuevo en este lugar único, en este escenario rondeño para presentar a
la persona que va a pregonar este año la tradicional Corrida Goyesca, motivo de
este encuentro siempre multitudinario.
Ronda,
catalizador del arte como ningún otro pueblo, pone en estas fechas de
manifiesto con la Corrida Goyesca, la renovación de la vida con La Fiesta por
excelencia, la Fiesta de los toros en la que el torero, Dios luchador,
sacerdote de un rito de sangre, vencerá la negrura zaina de la muerte. Aquí
cerca, en el albero que cubre al maestro de los maestros Antonio Ordóñez,
florecerá un año más la magia de los tres principios básicos de la Tauromaquia. Historia y tradición taurina
le chorrean a Ronda por los cuatro costados.
No
puede Ronda dejar de celebrar cuando despierta Septiembre este impulso a la
vida en la Feria de Pedro Romero sin celebrar su corrida Goyesca , como tampoco
puede TAUROMUNDO dejar esta celebración huérfana de alguien que la cantase y
exhalase al modo que nos gusta y anunciara solemnemente cuanto en Ronda y en su
goyesca ocurrirá mañana.
Hoy se
encontraran ustedes en este pregón a un
artista. Y lo digo en el más extenso, amplio y profundo sentido de la palabra.Jesús
Cuesta Arana esta tocado con la mano de Dios para que sus dones traspasen
fronteras y se extiendan en un abanico que abarca todas las artes. Jesús pinta,
Jesús esculpe, Jesús escribe, Jesús recita, Jesús torea y como el otro Jesús....está en todas partes.
Hoy
está aquí. Nuestro pregonero nació en Alcalá de los Gazules, por lo que su
cercanía con Ronda a través de nuestras sierras, lo convierten en un hombre
llano, de campo, sencillo y peculiar. Su aspecto bohemio no es algo preparado,
pergeñado para impresionar o para colocarse a si mismo un sello inexistente.
No. Jesús y sus obras son como lo ven ustedes y como el mismo se define.....UN
LOCO DIVINO.
Como
les decía, Jesús ha toreado y ha sido de los muchos maletillas que andaban por
la Ruta del toro buscando robar un par
de muletazos a una becerra. Tanto ama esa faceta de su vida que tiene una obra
en proyecto que ya casi es una realidad Representa a aquellos jovenzuelos de
las años difíciles que sin apellido ni fortuna caminaban por los campos de
España con un hatillo al hombro cargado
de sueños e ilusiones .Una obra que Jesús Cuesta Arana dedica al maletilla y
que como diría Jesulín de Ubrique, se resume en dos palabras IM-PRESIONANTE.
Jesús
deja el toreo, pero ni el mismo recuerda cuando va descubriendo otras artes. Sí
sabe que el barro es su primera materia prima para expresar todo lo que lleva
dentro.
Aunque de formación autodidacta, afianza el
oficio frecuentando talleres de artistas importantes en Madrid, Sevilla, Roma y París.
Su obra extensa se reparte en colecciones particulares por muchos
lugares del mundo. A pesar de su aparente vida retirada en huerto de Pico del Campo en su localidad
natal, Viaja por 28 países y suma 64 exposiciones (colectivas e individuales).
Cuesta Arana,
desarrolla su vida con la creación y el pensamiento que le lleva a escribir
centenares de artículos en prensa y revistas; tiene cinco libros publicados.Colabora también en
medios audiovisuales (radio y televisión), en programas y documentales y fue
también mi corresponsal en la provincia de Cádiz cuando inicié la andadura del
Carrusel taurino de Canal Sur Radio. Su personalidad y oficio de artista es
citada en 84 publicaciones. Grandes poetas han escrito sobre su obra como
Antonio Murciano, Carlos Murciano, Juan José Téllez, Rafael de Cózar, Lola Peche,
Rafael Belmonte, Gabriela Ortega, Rafael Alcazaba., Luis Caballero…
Jesús dice:
La obra artística tiene que tener su
pizca de poesía. La justa sin empacho.
Como el agua: ni fría ni caliente.
Si
tiene algo de torero y de lo que nunca
se desprende es de su profundo belmontismo. La
relación de su padre con Juan Belmonte le han hecho convertirse al
catolicismo torero belmontino e investigar la vida del Pasmo de Triana para
convertirse así en autor de dos biografías del torero, pudiéndose jactar de ser
un conocer total de su vida. Juan
Belmonte la huella de un retrato
y Juan
Belmonte por las Caras del tiempo, de reciente publicación, son sus
obras más señeras.
Cuesta Arana es “Un renacentista
contemporáneo”, tal como lo define el
célebre pintor Ramón Puyol. Y un tiempo después, Fernando Quiñones, viene a
decir lo mismo; pero con la gracia de Cai:
“El Leonardo de la calle la Salá alcalaína”.
Además
tiene el inalcanzable privilegio de ser tan profeta en su tierra que es Hijo
predilecto de Alcalá de los Gazules, tan
reconocido
en el mundo de las artes que es miembro del Ateneo de Cádiz y tan torero que es
capaz de solo toreando de salón ponernos el vello de punta.
No me
extenderé en desmenuzar sus obras expuestas
por todo el Mundo, ni los muchos monumentos que lucen en localidades de Andalucía pero sí les diré que
solo en Paterna de Rivera hay un buen número de ellas. La penúltima que verá la
luz será la del Monumento a un gran hombre del toro ya desaparecido: DIODORO
CANOREA.. En breve lo veremos a las mismas Puertas de la Real Maestranza de
Sevilla.
El
arte de este pregonero tiene siempre
semejanza con el toreo y el flamenco. Cuando Jesús esculpe una de sus obras el
movimiento de sus manos sobre el barro es el de las muñecas de Rafael de Paula
toreando a la verónica o el compás del baile por bulerías.
Cuando
Jesús pinta, cada pincelada de sus pinceles...muleta imaginaria, tiene la
majestuosidad del maestro Antonio Ordóñez y la profundidad de una soleá y cuando Jesús escribe su pluma tiene la
quietud y el temple de Paco Ojeda y el soniquete señero del Cachorro de
Paterna.
Esta
noche hasta que la faena torera y pregonera de Jesús no culmine, no conoceremos
la identidad de la joven que irá pregonando la Corrida Goyesca por todos los
rincones de esta maravillosa tierra.
CON EL CAPOTE DE BREGA
DE LA PALABRA ERES DUEÑO,
Y DE ESE
ORGULLO RONDEÑO
QUE EL SEÑORÍO TE ENTREGA
POR EL PELLIZCO QUE LLEGA
CON EL OLE HASTA EL ALBERO,
JESÚS CUESTA PREGONERO
DE RONDA Y
DE SU ALTIVEZ
DALE A TU VOZ LA ESBELTEZ
DE TU CORAZON TORERO.
CORRIDA
GOYESCA DE RONDA
Pregón,
2016
A
cargo de: Jesús Cuesta Arana
Dignísimas autoridades, señoras y señores, amigo
presentador. Todos en la amistad. De una
forma muy especial al AYUNTAMIENTO DE RONDA y a la Empresa TAUROMUNDO, por su
confianza en este pregonero. El alcance de un sueño, que ahora vivo al natural.
Gracias. Una infinidad de gracias.
Con mi saludo primero
vengo a mi Ronda amada,
con luces de torero
y la
voz emocionada.
Como corre la agüita fresca,
me siento siempre pregonero
de la Corrida Goyesca
¡¡¡ Va por ustedes, este sueño!!!
Cada año, con las primeros arranques de
septiembre, una muchacha vestida de azul purísima, mantilla blanca de fina
hilatura, –en desmayo sobre los hombros– y zapatos de color roca, del lugar, se
sienta en los tendidos cuando llega la Corrida Goyesca. –¡60 corridas ya, 60!–. El tiempo no trabaja
para ella, como un reloj sin manecillas. Siempre en la flor de la edad. La
juventud no se le despinta nunca No
cuentan los almanaques, por encantado elixir
de alguna maga rondeña. No envejece. Siempre está vigente como la
estrella de los vientos. Sin embargo, también es hija del momento. Del ahora
mismo. Es intemporal, no anacrónica. Desde que Ronda es Ronda la muchacha está
aquí. Presenta una belleza rotunda y elevada, con aire de misterio, sin
adjetivos en el diccionario. El universo entero se enamora de ella. Deslumbrante
y sencilla a la par.
Es pintora, con taller en la altura
intricada del Barrio Viejo. También la besa la poesía. Todo en la vida es
poesía. Todo. Junta bien la filosofía
con los versos.
En un infinito mural expresa la historia
y la memoria juntas de la Corrida Goyesca. Es pregonera, cada año, en silencio,
calladita la voz. En un grito interior a base de luces, formas y colores recrea,
una y otra vez, la atmósfera onírica y envolvente de la corrida rondeña con los
toreros vestidos a lo Goya. La muchacha siempre
fresca y honda como la correntía de agua limpia que suena por debajo de los
puentes rondeños ¿Una pregonera en silencio? ¡Qué no es posible en Ronda! Sabe
la pintora-poeta que la realidad que pasma penetra pronto, –como el Cante Grande–,
en la razón incorpórea. A la eterna lozanía de la muchacha de azul purísima se
junta otro misterio: Aparece y desaparece. Cuando la tarde torera toca a su fin, se va en
un vuelo imperceptible. Es poseedora de
la mítica piedra heliotropia que la hace invisible a voluntad. Por tal
encantamiento, solamente se ve en la Corrida Goyesca.
Luego, en la bendita soledad de su
estudio, pincelada a pincelada, entona los lances de cada corrida con todas las
emociones y sensaciones a la vez. En una suerte de pregón da vida a un enorme mural. En una obra infinita,
donde no hay lugar ni al tiempo ni al espacio.
Se presenta Ronda con su Maestranza.
Siempre unidas. Abrazadas por una misma memoria sentimental. No se concibe una
sin la otra, como dos fascinaciones siamesas. Con una marcada e inacabable
vibración poética, –a todo color–, que
habita en el alma y en todas las
impresiones donde se pinta la historia
de los sentimientos.
La muchacha de azul purísima, toda luz y
color, invita a que vengan a la preciosa Ronda vestida de luces, al natural, de
cerca, a fuerza de realidad, fantasía e imaginación.
La artista compone en el cuadro, el
inmenso ruedo de la Maestranza rondeña. Entre dos rompimientos de gloria, –en
la arena y en el cielo–, en ardiente ilusión barroca. En una bendita ficción de
planos y perspectivas imposibles. Y por
detrás, como forillo vivo, el paisaje rondeño en toda su magnitud. Vivifica la
gloria del toreo que se palpa y la intangible, la que no se toca con las manos.
La gloria divina y la terrenal. En una suerte de cántico general de Ronda al Toreo. Abajo, desde la gloria en la tierra,
en el centro del ruedo del imponente poema redondo, con 136 brazos-columnas,
tirando pa arriba donde las
estrellas, se pintan todos los toreros vivos que lidian, años tras años, la Goyesca.
Alzan las monteras hacia el cielo roto de luz cegadora, y brindan a los que
parten a la gloria de allí arriba. Siempre quedan en el recuerdo los toreros
vestidos con terno goyesco y eternidad: Antonio Bienvenida, Cayetano Ordóñez, Rafael
Ortega, Antonio Ordóñez, Manolo Vázquez, Cesar Girón, Pepe Cáceres, Fermín
Murillo, Manolo Segura, Fermín Bohórquez, Miguelín, Paquirri, Miguel Márquez, Manzanares,
Yiyo… Y en el centro de la gloria celestial, como un lucero de la mañana: Pedro
Romero. Y los banderilleros, picadores, apoderados y la gente anónima de la Goyesca,
que tiran también hacia la imborrable memoria. Y la suerte, de los toreros que todavía pisan la
gloria en la tierra, en un espléndido retrato coral: Julio Aparicio, Litri
(padre), Gregorio Sánchez, Victoriano Valencia, Curro Romero, Paco Camino, Mondeño,
Rafael de Paula, Álvaro Domecq Romero, Carlos Corbacho, Manuel Benitez (El Cordobés), Palomo Linares,
Eloy Cavazos, Curro Rivera, Ángel Teruel, José Luis Parada, Beca Belmonte,
Manolo Cortés, Julián García, Curro Vázquez, Raúl Aranda, José Luis Galloso,
Niño de la Capea, Roberto Domínguez, Ortega Cano, Luis Francisco Esplá,
Macandro, Fernando Cepeda, Emilio Muñoz, Paco Ojeda, Espartaco, Joselito, El
Litri, Pepe Luis Martín, Aparicio (hijo), Enrique Ponce, Jesulín de Ubrique, Finito
de Córdoba, Vicente Barrera, Rivera Ordóñez, José Tomás, Javier Conde, Morante,
El Cid, El Fandi, El Juli, Manzanares (hijo), Salvador Vega, Joao Moura
(hijo) y Cayetano Rivera, Manuel Manzanares, López Simón…
Y
colores vibrantes, con mucho sol, para la grandiosa estirpe ganadera que
comparte plaza, planeta y cielo en la tarde goyesca: Atanasio, Marqués de
Domecq, Carlos Núñez, Núñez Hermanos, Montalvo, Urquijo, Mora Figueroa,
Salvador Domecq, Marqués de Ruchena, Conde de la Corte, Ramón Sánchez, Luis
Algarra, María Luisa Domínguez, Torrestrella, Buendía, Jandilla, Torrealta, Juan
Pedro Domecq, Zalduendo, Parladé y Murube, Garcigrande, Domingo Hernández,
Daniel Ruíz, Benitez Cubero, Núñez del Cuvillo, Passanha…
La
muchacha de azul purísima, deja los pinceles, y esta vez, palabra a palabra,
rima que rima, expresa en forma de crónica poética, lo que trasminan todos los
toreros que visten el terno goyesco en la Maestranza rondeña, en su tarde más
especial, en una deliciosa síntesis:
Armonía, garbo, hondura,
cadencia, variedad, emoción,
plasticidad, quietud, finura,
esencia, impulso y
ligazón.
Redaños, oficio, vistosidad,
desenfado, misterio, lirismo,
honradez, maestría, majestad,
arte, ciencia y misticismo.
Gusto, regusto, seriedad,
vergüenza, ritmo,
dominio,
esencia, afán, sobriedad,
estética, clasicismo y poderío.
Heterodoxia, alegría, encimismo,
facultades,
mando, autenticidad,
gracia, donaire,
barroquismo,
innovación,
instinto y capacidad.
Coraje, sangre, majeza,
entrega, pinturería,
corazón,
naturalidad, sabor,
pureza,
pulcritud, empaque y expresión.
Así queda vivo el testimonio de los toreros
que dejan sus mejores luces en las tardes goyescas.
Continúa la muchacha, desde su hechizo le
imprime azogue y color a la palabra.
Y no pienso, ni puedo, ni quiero,
ni rimo, la sola palabra fracaso
¡En Ronda siempre triunfa, el Toreo!
También, aunque, de tarde en tarde, llegan
los soplos del duende. Y para eso no hay color ni palabra que acierte.
Porque tal poder misterioso, –según
Manuel Torre– viene del tronco negro del Faraón.
Sigue la ensoñadora muchacha, sin reloj,
con su pregón color a color; luz a luz; sombra a sombra las excelencias de
Ronda y su Goyesca. Tan torera es la plaza como la ciudad. Se visten con la
misma seda de aire y con las mismas luces de fuego. Atraviesan la existencia sin que pasen los años. Son
miradas siempre con ojos nuevos. Esta Ronda del alma donde cuesta la palabra y
el color porque toda ella es aire. Inventora de su infinito, toca siempre el
cielo con las manos. Con su paisaje de una serenidad definitiva, como una
caricia calma que dialoga con el silencio sonoro. Lo mismo alborota por dentro
en las hermosas palabras que en los hermosos silencios. Encandila, a golpe de
vista, con su verdad verdadera. ¡Ay, Ronda! La que respira, tan torera ella, a
la vera de su plaza de toros. La Ronda primitiva de la prehistoria, la de la gente de Iberia y Roma; de los
viejos alminares con acento andaluz; baños morunos, iglesias, conventos, palacios,
, jardines, puentes, murallas, miradores, fuentes, museos, puertas reales y
arcos abiertos; con esa otra Ronda
modernista y moderna que junta la casita
de cal con los grandes edificios. El dédalo de las calles estrechas con las
avenidas. Desde un callejoncito perdido hasta el bulle-bulle de la calle La
Bola. El celebérrimo balcón-mirador, –con su altura de vértigo–, quien se asoma, por primera vez, recurre al
instante a la socorrida exclamación de marcado tinte sexual y que pega bien con madroño ¡Adivina
adivinanza! La fascinación de la arquitectura rondeña con su rica amalgama de
estilos. La Ronda, –toda una enciclopedia–, de ascetas, científicos, aristócratas,
políticos, músicos, toreros, caballistas, cantaores, carnavaleros, artesanos, ,
poetas, escritores, escultores y pintores de vitola universal (como Joaquín Peinado,
rondeño de la Escuela de París);
comerciantes y la gente llana, de la intrahistoria, con sus trabajos y los días. Los viajeros románticos, melenas y literatura
a granel y punto de extravagancia, a la búsqueda de una y mil sensaciones
nuevas y el hervor de los turistas, unidos –si no por el tiempo– en un mismo
asombro. Y los bandoleros, un poso negro de leyendas. Tragabuches, de torero a
bandido por culpa de malos jachares; el
sin alma Flores Arrocha y Pasos Largos a grandes zancadas, por la negra
historia, con la Cruz de Caravaca al
pecho en una inquietante paradoja.
¡Ronda, como ensoñación
y sueño de Rilke!
El encanto del río Guadalevín con el agua que
corre por las venas de la ciudad, con su lluvia al revés, hacía arriba. Ronda y
su cálido mapa de excelentísima gastronomía. Buen vino y las yemas del Tajo. Y
el olor de los guisos que se mezcla con algún jazmín perdido, dama o galán de
noche.
En fin, la enigmática muchacha, esboza, en
el mural infinito, en perspectiva aérea, todos los sentidos de Ronda y algunos
más. Como el sobrecogimiento de una saeta al paso de alguna cofradía de la
Virgen y el Cristo por el Puente Nuevo.
Se
escribe en la historia que Ronda, junto con Sevilla y Cádiz, componen el
vértice geográfico en el alumbramiento del Cante y el Toreo.
Otra vez la muchacha, con su enigma,
enciende el numen de la poesía y dice:
¿Quién es la vieja y renegrida gitana
que canta por soleares su misterio
y va
pegadita , pegadita, a una guitarra?
Es tía Anilla, toda pena y sin consuelo,
que raja la dulce claridad de la mañana.
También Ronda da luz al estado de gracia.
Vicente Espinel, inventa su quinta cuerda a la guitarra, tres siglos antes de
que nazca tía Anilla la e Ronda, para
que se toque ella misma por soleá. Tía Anilla, despierta la admiración lo
mismo a la Reina Victoria Eugenia que a Federico García Lorca ¡Un respeto! Cinco
cuerdas para la compañía de los cantes rondeños, con la voz rota de tantas
solaneras y escarchas de Tobalo, que arrima tono al polo o a la policaña o a la
genuina rondeña. O el quejío
estremecedor de Paca Aguilera, por seguiriyas
gitanas, da fragua a los vientos
antiguos. En el mural-pregón también hay espacio de privilegio para los eximios artistas del Cante Grande, de
todos los tiempos, que tantos pare esta
sensible tierra.
Para
remate del cuadro, un moro poeta, científico y rondeño Abbas Ibn Firnás,
inventa un artilugio, –a base de madera
y tela gorda–, para la quimera del vuelo, seis siglos antes que le da ingenio a
la misma idea Leonardo da Vinci; pero el pintor renacentista nunca vuela.
Merece este hombre un monumento. Un soñador del vuelo en los vuelos de Ronda. ¡Con
cuánta pena, penita, se va Abomelique!… (Al poco tiempo deja la vida, en brava
batalla, en los campos de Alcalá de los Gazules). Todos los moros de Ronda lloran los paraísos
y los reinos perdidos y un sillón de piedra con una y mil leyendas. Y todavía
más, otro valiente llamado Francisco –padre de la dinastía de los Romero–, es el
primero que se pone con trapo ante un toro; inventa la muleta, que se cree que
es de color blanco. En la Posada de las Ánimas se hospeda el mismísimo
Cervantes. También en un museo se guarda una pistola con siete cañones o una
guitarra trompeta. O donde dos americanos universales que viven a mil por hora –seguidores
de Antonio y Luis Miguel–, pierden la chaveta por Ronda y su Goyesca: Ernest y
Orson, éste último se queda, para siempre, entre la raíz y la savia de la tierra
rondeña en la finca ordoñista de El
Recreo. ¡Nunca queda en el olvido esa Fuente de los Ocho Caños! El más
precioso canto y cántico a las provincias andaluzas, en una deliciosa
premonición: el escudo, la bandera, el himno de Andalucía nacen en Ronda al socaire y caletre de Blas Infante.
La muchacha vestida de cielo, cal y piedra,
sabe o siente más bien, que cuando asiste a una Corrida Goyesca, se sumerge en
una siembra de luces, resonancias, perfumes… Toda una orfebrería de sensaciones
en íntimo gozo. Donde la emoción incontenible se convierte en realidad, a través
de una lágrima. En la Real Maestranza de Ronda el tiempo también se detiene y
da sitio a las flores de la eternidad. Como un estremecimiento que no cesa,
porque siempre incita a la aventura del espíritu y a la ardiente memoria. La
memoria hecha temple y compás.
El
día grande de la Goyesca, Ronda se pone sus mejores ropas. Un delirio. Color. Gente.
Calles, bares, hoteles a rebosar. Animación por doquier. Una barahúnda de
caballos, enganches y calesas. Guapura en estado puro. Espectáculo sin igual.
Retratos y más retratos para el álbum del imposible olvido. La imagen no es
hermosa en sí misma, sino porque da fuelle a la llama de lo auténtico. Goya el
genial inspirador de la corrida de Ronda, anda en la fe de que el tiempo
también pinta ¡Qué gran verdad! De modo que el tiempo siempre empieza en el
cuadro de la muchacha pintora-poeta. Por eso ahora se le vuelan estos cuatro
versos:
Tengo los
pies en el suelo
pero como soy rondeña,
siempre sueño despierta
y se me va el santo al cielo.
Goya, el de los Toros, es puro
temperamento romántico. Hombre de pasión. Pinta lo que ve y siente. Un pintor
de almas. Solamente los genios se codean con los misterios de la vida. La vida
como lucha y pasión: dolor y alegría ¿No pasa eso también en el Toreo?
Ronda y el Toreo, se unen por el
vendaval estético y los duendes románticos. Son su sinos. Lo mismo
se conjuga con los colores calientes que fríos. La muchacha pregonera de este
prodigio, sabe que el romanticismo vive dentro de ella o lo que es lo mismo: cuando
el corazón se le sube a la cabeza.
Ronda
es torera, porque sabe y da a cada toro su lidia, con valor, temple, arte y por
encima de todo el revoloteo del duende. Nunca se sabe si la plaza de toros es
un espejo de la ciudad o al revés ¡Qué vengan los sabios y lo expliquen! Por
eso nacen tan grandes dinastías toreras. Ronda se viste cada día de luces o con terno
goyesco, según tercie ¡Hasta su nombre es torero! Tanto el toro fundido que
está a la vera de la plaza, como la escultura de piedra de Pedro Romero y la
Dama Goyesca ( de bronce) que lucen en la Alameda y las de El Niño de la Palma
y Antonio Ordóñez, –también de metal y memoria–, a un suspiro de la mítica y
salerosa `puerta de los triunfos, parece que reviven o se encarnan cuando llega
la Goyesca. Ese día hasta las estatuas de Ronda respiran.
Van más versos de la muchacha
pintora-poeta, esta vez a la sombra luminosa de Pedro el de Ronda:
¡Ay! ¡Pedro
Romero, Pedro
seda, roca
y candela
¡Qué
torero! ¡Y qué torero!
el pueblo
siempre te sueña.
Por la
veredas del viento
tu sombra
de poesía
da lumbre
al tiempo
con el
peso de la dinastía.
¡Qué
requiebro! ¡Y qué requiebro!
¡Qué
majeza! ¡Y qué majeza!
Huele siempre a romero
toíta
Ronda entera.
Con los Romero de Ronda, el arte empieza
y le da espejo y luz al Toreo. El torero es ya cabeza y corazón. Por aquello de
que un toro no piensa pero da muchas cavilaciones. Antes de la llegada del
coloso torero de Ronda, la corrida es un espectáculo agrio, violento, tormentoso,
de mala digestión. El Toreo ya toma otro color. (Goya retrata a José y Pedro
Romero con una cierta sonrisa impenetrable; casi la misma que le pone Leonardo
a la Gioconda. Aunque, eso sí: con dos miradas distintas). ¿Qué los dos retratos
de los Romero estén en el Museo Taurino de Ronda? ¡Ojalá! ¡Qué ilusión! Ronda
es un sueño. Y ahí está. Nada es imposible.
¿Y qué dice la muchacha misteriosa de la
dinastía de los Ordóñez?:
Con terno de serranía
y plata,
arriba, por los ruedos celestiales,
pasito a paso va El Niño
de la Palma.
A su vera, de nube, oro
y templanza,
Antonio, Alfonso, Pepe,
Juan y Cayetano,
herederos de sangre y
de alma.
De Ronda y azabache, por
el ruedo de arena,
Paquirri y Cayetano, guapeza
y empaque,
con toda su rastra de
gracia torera.
Los Ordóñez contemporáneos, con la
sangre que hierve de los Rivera, aportan al toreo naturalidad, valor, sabor, armonía
y personalidad sin el peso del árbol genealógico: el bisabuelo, el abuelo y los
tíos y por si fuera poco… Luis Miguel Dominguín ¡Ahí queda eso!
Sigue la muchacha de azul purísima, con
su mural-pregón sin fin, donde vierte todas sus sensaciones. Se le ocurre una
nueva idea: arriba, en la esfera celeste, a la vera de la gloria encendida de
los toreros que se van al infinito, pinta a Goya, que se encarama sobre una nube
metamórfica, en forma de toro, sonríe y guiña un ojo picarón. –¡Divina estampa!–. La imaginación no tiene límites. Es el ojo del
alma el que crea una realidad nueva. Sin imaginación no hay realidad. La magia
de la creación es un puente que permite un viaje de un mundo visible a lo
invisible o al revés. Como no se sabe lo que es la vida, tampoco se define lo
que es el toreo o el arte en general. El conquibus de la belleza se aposenta en
sus misterios. De modo que todo lo que es bello no tiene explicación, se escapa
al pensamiento.
¿Por
qué es tan linda Ronda?
Porque tiene aire y vuelo
y
además de hermosa
vive siempre en un sueño.
Esa misma respuesta es válida para la
Plaza de la Real Maestranza de Ronda. Viene siempre a la imaginación el arquitecto
Aldehuela, que sale a hombros por la Puerta de Pedro Romero, por sus
apoteósicas faenas del Puente Nuevo y la Plaza de Toros ¡Qué bien torea con la
piedra!
La muchacha pregonera, pinta y repinta,
la Plaza de Toros en toda su inmensidad y a los
toreros de la Goyesca, entre todo un revoltijo de colores, con su
particular alquimia, busca ora sosegada, ora febrilmente, luces, formas,
colores nuevos y perspectivas increíbles envueltas en una realidad mágica. Como
un interminable pregón, callada la voz, pincelada a pincelada. En constante
celebración de los sentidos en una tarde
de toros en Ronda, en su universal
corrida. De igual manera apasiona y enamora al mismo tiempo. Y todo el aire en
un respiro, muy rondeñamente. Como un sueño en la ciudad soñada. Ronda sueña de
día y de noche. Su embrujo en al aire permanece. Lo mismo que esa música del Toreo que no se oye.
La vista impresionante de la gente variopinta, que se arracima en
los tendidos, entre un conjunto de ritos y costumbres, presta para la foto, en
imponente composición luminosa, vibrante y grácil. Desde aquellas instantáneas
amarillentas, sepiadas por el tiempo, hasta hoy, con los inventos digitales.
Todos cogen aliento y posan con la mirada puesta en la posteridad.
¡La plaza a tente bonete de gentío! Con el
latido siempre desde la profundidad de los tiempos. De los tres tiempos
toreros. Lo mismo que la ciudad, cuando se dibuja desde una sinfonía pétrea,
con su altura evocadora, siempre en los sueños de los sueños. La piedra
arenisca, para la construcción de la plaza de toros, se extrae `precisamente
del Arroyo del Toro ¡Qué mágica
casualidad! Todo en Ronda se vive con el aire. Airosamente. Como un vuelo sobre
el vuelo. Los tendidos, a todo color y calor; trajes con primores goyescos,
abanicos al viento y ojos misteriosos que miran. En una permanente dualidad del
sol y la sombra. Con la esperanza ciega de que salga ese toro ideal, ese toro
azul que no llega.
No se echa en saco roto que El Toreo toma
cuerpo en Ronda, en plena furia romántica, aunque ya se enciende con el Siglo
de las Luces, –en la Ilustración–, cuando la ciudad va imparable hacia arriba. Con
su paisaje de fondo de una serenidad definitiva. Entre las voces de la memoria
y sus silencios. Dice una leyenda gitana que en la luna hay un río de leche; quien
la bebe no muere nunca. De esa prodigiosa corriente blanca bebe Ronda, su plaza de toros y la
muchacha de azul purísima.
La
Corrida Goyesca supone una inversión de los sentidos. Una sinestesia. Los ojos
oyen, el olor se toca. Por eso, la muchacha del misterio ve el sonido con los
colores. Pregona y pinta, a la vez, desde su grito interior. Anda en la misma
creencia del ciego que sueña que ve y, sueña lo que quiere. Si se asiste a la
Corrida Goyesca, siempre da la sensación de algo nuevo o de una primera vez.
Eso mismo pasa con Ronda: retrotrae a otro tiempo, pero dentro de éste.
¿Qué sortilegio sopla sobre los toreros
de la tierra? En el misterio de los misterios da razón. La Goyesca imprime
carácter y torería. Por eso todos los toreros sueñan con ella. “La Corrida
Goyesca de Ronda es la Corrida Goyesca de Ronda”, dice el maestro Manzanares.
Una sabia síntesis para la escritura de un libro gordo.
Ya llega el día 10 de septiembre ¡Ya
está aquí! Lo cantan por rondeñas los
almanaques. Ronda y su Plaza de la Real Maestranza se visten de pitiminí. A
punto están los mejores carruajes. Aquí también se vive el veneno y la furia
del caballo. El caballo y el toro. El Caballotoro, todo un monumento. Una
fantástica simbiosis, de los dos animales más bellos del universo mundo.
Toda la Ciudad del Tajo ya sabe y huele
a Fiesta Grande. Mañana a las cinco y media de la tarde se rompe otra vez la
gloria en el ruedo.
Así pinta el cartel con
la palabra, la muchacha de nuestro
misterio:
¡Qué alegría!
¡Qué alegría!
al fuego con las
penas
ya llega el gran
día
mañana…¡La Goyesca”.
¡Qué clamor! ¡Qué clamor!
Con toros de
Pasanha y Garcigrande
al compás de la
ilusión
se rompe la ansiada tarde.
Por delante, con buen salero
Manuel Manzanares,
con sus caballos
toreros
con toda la voz de
la sangre.
Y a pie, serio
y brillante
José María
Manzanares,
puro hechizo de
Alicante
con toda la
estrella de su padre.
De dulce, siempre
Cayetano
sangre y alma rondeña,
con beldad de dios pagano
y terno de hilo y seda.
Cierra el cartel,
López Simón
flamante en esta
plaza,
finura y valiente de corazón
quietud, aire y
templanza.
¡Qué alegría! ¡Qué
alegría!
Al fuego con las
penas
ya llega el gran
día
mañana…¡La
Goyesca”.
¡Puerta de Pedro
Romero, abierta de par en par, para la terna torera!
Dispuesta está la muchacha de azul purísima para la tarde de mañana,
en su sitio de siempre, entre el sol y la sombra. Mañana sigue pintando su
pregón. Al final, siempre queda lo que no se ve. Las zonas invisibles son las
más fascinantes. El enigmático atractivo. ¿Quién descifra las estrellas del cielo? Siempre
queda lo que no nos queda. Como el globo blanco que escapa de la mano de un
niño, y vuela y vuela, hacia el infinito, hasta que lo devoran las nubes. Si se
observa el mural-pregón de la artista ensoñadora, viene sola la pregunta. ¿Por qué
parte de Ronda queda los aires de las corridas goyescas ya vividas? Por eso, el gran mural de la Corrida Goyesca,
que pinta la muchacha intemporal, está
en el Museo de la Plaza de la Real
Maestranza de Ronda; aunque no se vea, está presente allí. Es al fin y
al cabo, un autorretrato de Ronda y sus vientos toreros.
Cinco preguntas finales: ¿Quién es la
muchacha que pregona con los colores? ¿Que cada año recrea la Corrida Goyesca? ¿Que
por mor de una piedra prodigiosa aparece y desaparece? ¿Por qué se mantiene tan
joven y tan fresca? ¿Y con la mirada siempre brillante y la alegría de la vida intacta, como el agua limpia de la alfaguara
que sale siempre renovada? Solamente este humilde servidor, desde su poder omnisciente,
lo sabe. Es ella –con la ayuda de la fantasía– la que me inspira este pregón.
El vestido de la muchacha es el mismo cielo rondeño; la mantilla la cal… y los
zapatos, del color de la piedra, donde se posa la ciudad siempre a punto de vuelo.
Llega el momento. Se abre el telón al misterio. Se desvela el secreto. Lo canta
la imaginación…La muchacha de belleza indescriptible e indefinible se llama...
Ronda ¡¡¡Es la mismísima Ciudad de Ronda!!!
Ronda, la eterna muchacha, me ofrece capa
torera, para que remate con una media verónica, a lo Antonio Ordóñez, con mucho sabor a serranía y acento belmontino.
Ahora
bajo a la tierra
después
de esta fantasía
soy un
pregonero que llega
y que, a todo aire grita.
Siempre
con buen tino
y voceo
que en Ronda
jamás
falta el buen vino
ni nadie,
nadie, sobra.
Y larga y
ancha, la alegría
que es
así, que así sea
que todo,todo,
en la vida
se templa
y se torea.
Que el
universo entero
venga con
el alma dispuesta
a la
Feria de Pedro Romero
y a la
Corrida Goyesca.
Así que… Todos juntos en un mismo abrazo. ¡Disfrutad,
disfrutando que se disfruta!...
Nada más, solamente queda un deseo: ¡A vivir y
soñar!
Autoridades y Damas Goyescas
Autoridades y Damas Goyescas
La Alcaldesa de Ronda María Teresa Valdenebro Ríos, el Delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga José Luis Ruiz Espejo
El presentado Juan Belmonte Luque (Periodista de Canal Sur)
Jesús Cuesta Arana en acción.
Momento cumbre cuando el pregonero recibe a la misteriosa muchacha que le inspira el pregón y que la hace Llamar Ronda como símbolo de la ciudad.
eL PREGONERO SALUDA.
EL Cachorro de Paterna estuvo sensacional lo mismo que Carmen Noble
El Cachorro de Paterna haciendo cantes de la tierra rondeña.Dedicó tambien unos cantes a Javier Pizarro Ruiz.Alcalde de Alñcalá de los Gazules y a Alfonso Caravaca aAlcalde de Alcalá de los Gazules.
Teresa Valdenebro ,Alcaldesa de Ronda,da el trofeo al pregonero Jesús Cuesta Arana.
El Presidente de Tauromundo Martín Vivas con la Alcaldesa y el Pregonero
La Alcaldesa cierra el acto
Fotos de familia
Carlos Telmo pregonero de la Feria de Ronda con Jesús Cuesta Arana
El Presidente Martín Vivas entre Carlos Telmo y Jesús Cuesta Arana
Nueva serie de fotos.
RECEPCIÓN CON LA MAGNÍFICA BANDA DE MÚSICA DE RONDA
Maravilloso momento de Carmen Noble,El cachorro y Fernando Belomonte.
Momento inolvidable el profesor Fernando Belomonte baila con Carmen Noble ,su alumna,
Martín Vivas,Presidente de Tauromundo
Martín Vivas,agradece la presencia de tan numeroso público en tan brillante acto
La AMPLIA SALA HASTA LA BANDERA.TUVIERON QUE CERRAR LAS PUERTAS..EN PRIMERA FILA (A LA IZQUIERDA) SE PUEDEN APRECIAR A JAVIER PIZARRO Y ALFONSO CARAVACA,ALCALDES DE ALCALÁ DE LOS GAZULES Y PATERNA DE RIVERA RESPECTIVAMENTE