ENTREVISTA DE PEPE REYES A JESÚS CUESTA ARANA PARA SUPLEMENTO DIARIO LA VOZ.
Escultor, pintor,- autor del cuadro Día
de la Provincia
2008-
escritor, un artista polifacético como tú, que con tanta curiosidad
te asomas a todos los aspectos que la vida ofrece, ¿ Qué has
encontrado en el mundo de los toros para dedicar a ello parte tan
importante de tu obra?
-
Mi fascinación por el toreo se remonta a la niñez. Viví de cerca
la ganadería de Belmonte (Guadalest) . Fui pequeño escudero de su
mayoral el señó
Diego. Este hombre guardaba como oro en paño un capote de brega del
Pasmo
con el que llegué a torear de salón. Con este ambiente no era de
extrañar que soñara con ser torero, cosa que no conseguí por mor
de los eternos imponderables. Pero me ha quedado una afición que
trato de reflejar tanto en la escultura ,pintura y literatura.
¿
Ha sido bien tratada la tauromaquia por el mundo del arte en
general?, ¿Ocupa realmente el lugar que se merece dentro de la
imaginería artística?
-
Indudablemente. No solamente los consabidos Goya , Picasso, Vázquez
Díaz,Zuloaga,Benlliure…Abordaron la Fiesta de una manera genial,
sino toda una pléyade de magníficos artistas menos renombrados .
Aunque se han encomiables estudios –como el de Martínez Novillo –
sobre el arte en el toreo,falta por hacer todavía la obra magna que
recoja la importancia del toreo en la Historia del
Arte.
Los artistas que desde distintos campos se han acercado a este
espectáculo, según tu opinión, ¿ Lo han hecho más para plasmar
todo ese llamativo mundo de colores y de sensaciones que de él se
desprenden o con el propósito más profundo de mostrar la
trascendencia vital de un rito que se basa en la vida y en la muerte?
-Creo
que por las dos razones y alguna más. En ninguna otra manifestación
artística, se conjuga el dama con la alegría. Es como una constante
aventura del espíritu con una fiera por medio. Y además todo ello
sobrepasado de un ritual ancestral que se pierde en la nebulosa de
los tiempos.
¿Qué disciplina artística ha captado y expresado mejor la esencia
del mundo de los toros?
-
La pintura. Existe un sin fin de obras a lo largo y ancho de la
historia que expresa la fiesta desde todos los ángulos posibles.
Desde la sombra del desolladero hasta la luz de una tarde triunfal.
Desde el costumbrismo a las claves simbólicas.
En
otras vertientes de expresión se han conseguido tambien obras
maestras pero con menos profusión.
¿En cuál de ellas, escultura, pintura, poesía... te sientes más a
gusto cuando abordas el tema taurino?, ¿Cuál entraña más
dificultad?
-Por
la escultura y la pintura indistintamente. Vivo con igual intensidad
el color que el volumen. La poesía se asoma de vez en cuando a mi
mente como un vuelo fugaz.
De tu profusa producción artística, ¿Con qué obra taurina te
quedarías, cuál te parece la más rematada?
-
Un retrato que titulo El
viejo Pasmo.
Una alegoría a Juan Belmonte dentro de la corriente
realista-mágica, que me dio pie para escribir dos volúmenes. El
genio ya en la senectud pero con el brillo intacto en los ojos.
Dentro de una atmósfera de claros y oscuros como era la propia vida
del revolucionario trianero. Me parece que ésta obra está bien
“arremataíta” como diría El Gallo.
Muchos han sido los escritores que han tratado el tema de los toros.
De ellos, ¿Cuál es tu favorito?, ¿Qué obra, en prosa o en verso,
te parece la más prodigiosa?
-
Los Toros en la Poesía de Manuel Benítez Carrasco.
Una maravilla. Un torero de la poesía. Un hombre encendido por la
poesía pura al que tuve el privilegio de tratar.
Autor de dos volúmenes con el título “Juan Belmonte, la huella de
un retrato”, (Ediciones Giralda, 1992), ¿Es este torero el que más
te ha fascinado?, ¿Por qué otros toreros sientes admiración?
-
Por los toreros besados por el duende y la gracia repajolera. En mi
álbum sentimental no pueden faltar: Rafael el Gallo, Belmonte, Curro
Puya, Cagancho, Pepe Luís, Curro Romero, Paula, Manzanares
.Morante…y otros muchos que sin ser mitos me alegraron muchas
tardes. Como es obvio, a muchos de ellos no los vi en el ruedo, pero
uno se los imagina a través de la historia con alma que es la
memoria viva que sobre ellos se ha escrito y sigue vigente como las
estrellas.
¿Goza de buena salud la fiesta?, ¿Qué quitarías y qué añadirías
de su situación actual?
-
Suprimiría la carestía de las entradas .Que los toreros y las
empresas se avinieran con precios mas razonables para atraer a la
juventud. Quizás había que añadirle un poco de variedad al toreo
.Que los toreros saquen a relucir el precioso muestrario de suertes
que tiene la Tauromaquia, y que tarde tras tarde se quedan dormidas
en el esportón de los trastos.
¿Con qué color, y por qué, definirías a José Tomás?
¿
Con qué color, y por qué, definirías a Morante de la Puebla?
¿
Cuál de los dos es tu favorito para esta tarde?
-
A José Tomás lo entonaría en claroscuro. O entre dos luces. Entre
la intensidad dramática y la épica. Cualquier color de la paleta
caliente serviría para él. Como el capitel de una columna dórica
pintada en rojo, tal vez.
El
toreo de Morante se me figura como esos haces de luz celestial que
los pintores barrocos reflejan en sus rompimientos de gloria. La
impronta del color, Como una columna corintia pintada con un azul
purísima.
Aunque
me entusiasma José Tomás por su verdad, me quedo con la gracia
curvilínea de Morante.
Define con una o dos palabras la fiesta de los toros.
-
Única.
Si te encargaran realizar una obra que simbolizase la tauromaquia,
¿Qué alegoría escogerías?
-
El triunfo. De cómo la gloria también se vive en la tierra.
ENTREVISTA PARA UN TRABAJO FIN DE CARRERA ( ARTE) CON LA ESTUDIANTE JAPONESA AIKO KATSURA (Traducida). 1992.
¿El artista nace o se hace?
Nace y se hace. Antes de aprender a hablar cuando uno todavía no había soñado con la cartilla de las primeras letras, ya trataba de expresar el aire vivido. A los tres años ya dibujaba y modelaba monigotes. Los primeros años de mi vida los pasé en la soledad del campo. Mi padre era agricultor. De manera que aprendí a la par a manejarme con el lenguaje campero y el lenguaje artístico. En el campo es donde se vive más intensamente el cosmos o la tierra, el sol y el tiempo. Si duda con aquella atmósfera abierta del campo fue donde empecé a armonizar la cabeza y el corazón. El instinto como cuerpo. La intuición como alma.
En los días de lluvia, arrancaba de las entrañas de la tierra barro. Luego iba modelando pequeñas figuras ingenuas – parecidas a los exvotos ibéricos - les insuflaba vida y jugaba con ellas como si fueran mis amigos. Así que los primeros amigos de juego eran figuritas de arcilla bautizadas con sus nombre propios. Era como una especie de teatrillo de la vida, donde uno cada día si iba inventando la propia historia. El niño – según Umbral – es animista, ve las cosas como animadas. Una vida roussoniana, incontaminada, sin más mundo que un patio empedrado sombreado por una parra, la frescura y el viento de un álamo blanco, un pozo cristalino; un perro y un gato y todo el horizonte para un niño al que el padre sorprendió un día en la besana sembrando lápices de colores. “No hay nada mas serio que un niño jugando solo” ( Angel Palos).
Pronto abandone aquella arcadia para enfrentarme a otra vida diferente, donde los amigos eran ya de verdad. Pero no por ello mi fantasía se nubló. No. Lo dibujaba todo. Un carnaval. Una procesión. La gente del pueblo. Tenía cierta habilidad para retratar y sobre todo una gran retentiva. Nada escapaba a mi observación. Luego en la soledad trataba de animar lo que había visto en la calle.
Una vez en la Alameda –la plaza de mi pueblo – vi. a un viejo pintar un naufragio. Me impresionó ver aquel barco a la deriva a merced de la tempestad. El hombre pintaba aquella escena de memoria. En un pueblo sin mar pintaba el mar. Aquí se puede decir que sentí la primera punzada del arte. Ya toda la vida funcioné - como en la niñez – mediante el pensamiento mágico. Como en el bellísimo verso de Huidobro siempre iba a ser como “el pájaro anidado en al arcoiris”.
¿Cómo fueron sus inicios? ¿Que recuerdos se le vienen a la mente
de su formación artística?
No lo podría precisar. Se me despintan en la memoria. Cómo siempre pinté y modelé desde la etapa más hermética de la vida, me cuesta recordar el momento inicial o cuando empecé a tomarme en “serio” el dedicarme en cuerpo y alma al arte. Hay un espacio y un tiempo concreto que bien puede situarme a la adecuada respuesta a esa pregunta. A los dieciocho años, mi padre me cede una preciosa casa de campo llamada “La Pila del Granadillo”. Allí fue donde instalé por primera vez un estudio en toda regla (caballetes, mesa de modelar, de dibujo…y sobre todo un espacio grande y luminoso). En esta época surgieron las primeras obras de considerables formatos. Recuerdo las primeras pinturas: El guerrillero, luz del alma. Caballo en la noche, García Lorca entre otras.
En esta etapa de aprendizaje, de duda permanente –todavía sigo dudando igual- es donde empecé a ver con más claridad el carácter ilusorio de la realidad. La yuxtaposición de la ficción con la realidad.
Desde siempre desdeñé la realidad fotográfica .Todo en la vida es arte; pero la fantasía o la imaginación no sopla a todo el mundo por igual. Mi obra surge de la memoria lejana o cercana, de la retentiva. Me sirvo del natural para alimentar a la fantasía como un carbonero que vende cal.
Aunque traté de hacer estudios académicos, pronto abandoné para dedicarme a la pintura primero y luego a la escultura de una manera autodidacta. Viajé a Paris donde tuve conocimiento y contactos con grandes artistas. Viví por un tiempo en Montmatre donde fui asimilando todo lo que iba viendo en los estudios de pintores y escultores. Casaba la vida bohemia con el aprendizaje. Aquí fue donde surgió mi verdadera vocación artística.
¿Cuáles fueron sus primeras influencias?
Tal vez en Madrid. Visitaba casi todos los días el Museo del Prado. Me fascinan por igual Velázquez y Goya. Fui a muchas exposiciones y trabé amistad con artistas de las más variadas concepciones y tendencias. Así que fueron muchas las influencias que tuve. Nunca he sido refractario a las infinitas posibilidades creativas. Lo mismo me entusiasma el informalismo que el hiperrealismo. Disfruto por igual con Tapies o Antonio López, por mentar casos más próximos.
Aunque siempre he tratado de expresarme libremente, tratando de ser lo más sincero posible. Nunca utilizo modelos. Mi obra es puramente mental.. Aunque pienso que la esencia del arte no cambia. A veces el artista contemporáneo echa la mirada atrás, al numen primitivo aunque se conquiste el universo. Sin embargo, siempre he tenido en cuenta que la imaginación mal encauzada conduce a crear una cierta locura si empezamos a creernos nuestros propios sueños.
La escuela de mi vida ha sido siempre la mirada.
¿Cuándo decidió dedicarse al grabado, tenía claro el estilo que quería seguir?
Recuerdo que en la adolescencia, un vecino –un hombre mayor y pintor primitivista - me regaló un libro de técnicas del grabado. A decir verdad no sentí nada en especial. La técnica de la estampación la veía a años luz de mi temperamento artístico. Con el tiempo comencé a grabar las primeras planchas y fui adentrándome poco a poco en los misterios de la impresión sobre papel. Descubrí las infinitas posibilidades que tenía y me decidí . Mi espíritu inquieto me llevó a estudiar y a realizar todas las variantes del grabado: aguafuerte, linóleo, xilografía, punta seca, manera negra, buril..
Esta nueva modalidad creativa no mermó el espíritu de mi obra. Al contrario, reforzaba en algunos aspectos el asunto de mi obra. Sobre todo en la manera negra, donde me gusta jugar con los contrastes lumínicos, los claroscuros.
Asi que mi incursión en el grabado era como una especie de prolongación de mi faceta como pintor. Solamente cambia lo materico pero no la esencia. No hay que echar en saco roto que la materia es un trasunto espiritual
¿Desde el principio tuvo claro que podría vivir de lo que saliera de su pincel o de su buril?
Si, claro. Vivir es vivirse, sentirse vivir. La vida es saberse. Mi vida en el sentido orteguiano en ante todo hallarme yo en el mundo. Las ideas claras desde el principio, aunque vaya uno siempre con la duda permanente a cuestas. Y a pesar del tiempo transcurrido nunca tiene se claro si ha vivido para pintar o ha pintado para vivir. Lo cierto es que a pesar de los pesares uno va echando carbón y nutricio al alma y al cuerpo todos los días. El ser humano está vallado por realidades cósmicas.
¿Cuál es su especialidad?
No tengo especialidad concreta. Lo primero es la idea. Luego busco la forma que exprese mas clara la idea. Puedo pasarme largo tiempo pintando para volver a la escultura o al revés. También hay que partir de la necesidad /des de cada momento. Me siento lo mismo elaborando un mural al fresco que un conjunto escultórico de gran formato. Lo importante es el resultado final. El crear de la nada. Me dejo arrastrar. Si tuviera que dar una respuesta que conformara aunque fuera mínimamente su pregunta., diría que lo que más me hace “sufrir” es la escultura por su gran carga dinámica. Se siente uno mitad obrero mitad artista. Se podría decir que mi especialidad es la escultura en bronce. Siento una especial fascinación. Me produce una especial sensación trabajar dependiendo de las sustancias de la naturaleza: fuego, agua, aire y tierra.
Su especialidad, ¿qué le llevó a elegir esta técnica?
La escultura ha ido pareja a la pintura. Lo puramente vocacional me ha llevado a acometerla. También como un reto personal. Donde más me siento es en la escultura de gran formato. Las dificultades se acrecientan con las medidas. El artista debe navegar siempre entre la duda y la dificultad. Y lo más importante tratar siempre de caminar por las veredas menos transitadas. El arte –como creía Van Gog – es el hombre añadido a la naturaleza.
De todas las exposiciones que podemos ver en su currículo ¿Cuál es la que más le ha gustado¿ ¿Por qué?
La primera exposición. Fue en Algeciras. Aun no había cumplido los veinte años. Aquella mezcla entre ilusiones y miedo no se me borró nunca de la memoria. Ver por primera vez tu obra nacida del silencio y de la soledad allí en un puro grito a la vista de todo el mundo. Es algo que nunca se olvida . Mas que una exposición de cuadros era una galería de sufrimientos de lágrimas y sudores . muchos retazos de vida interior a la luz. Como en el pensamiento de Saramago, mas que exponer mi obra el que se exponía era yo mismo.
Nunca olvidaré las palabras del celebre pintor Rafael Argelés que desde el fondo de su larga vida vivida, me dijo : “No claudiques nunca. Nunca.” Y he cumplido su palabra nunca he abandonado el camino de los sueños y la fantasía. Aunque hay que aclarar que una cosa es la fantasía y otra cosa, la imaginación. La primera exagera la realidad o la sublima o la deforma y la segunda inventa una realidad nueva. Asi que afinando mi obra parte mas de la imaginación que la fantasía. La capacidad de crear una realidad propia. Donde reine lo mágico por encima de una otra realidad saturada de conocimientos y teorías.
En aquella primera exposición de Algeciras, siendo como era un obra de juventud, de tanteo, se perfilaba ya lo que iba a ser una constante en mi vida artística: una realidad dominada por una atmósfera onírica.
Centrándonos ahora en su obra pictórica… ¿A que se debe ese carácter costumbrista mezclado con esos extraños “seres mecanizados”? ¿Tiene algún sentido reivindicativo?
No existe en mi obra costumbrismo, por lo menos en el sentido lato de la palabra. Así mis procesiones paganas, no tienen nada que ver con las costumbres populares. Puede existir un punto de referencia, pero nada más. La gente que se mueve en mi obra vive apegado a las costumbres, pero yo trato de disfrazarlos, de sacarlos de la aparente rutina. A veces personajes sencillos se patinan de excentricidad. Personajes oscuros que se mueven en una atmósfera caliente. La alegría de vivir como manera alentadora de la cotidianidad. Utilizo personajes sencillos, llanos para adentrarlos en un mundo distinto de fantasías a veces incontroladas o quimeras. Así una boina puede ser sustituida por una corona de cartón. Una especie de mascarada o un disfraz continuo es lo que caracteriza a los personajes de mi obras. No llegan a ser las máscaras de Endsor ni tampoco las destrozonas de Gutiérrez Solana. Son seres que se mueven en un mundo inventado. Seres que mas que interpretar sus papeles, se les trasparenta lo mejor y lo peor de la condición humana. Seres inocentones bailan con la malicia. Viejos piterpanes que juegan. Mas que un mundo son los personajes los que viven al revés.
Lo de los “extraños seres mecanizados”, es otra historia diferente. Una vez en un antiguo mercadillo de Sevilla, vi. a una señora que vendía un extraño artilugio que ella había inventado y que no servía para nada. A la voz de un posible comprador la buena mujer le contestó.: “Esta máquina sirve para hacer lo que usted quiera”. Me quedé con el cante. Y pensé que podía ingeniar máquinas para hacer la libertad, los sueños, los pensamientos, pájaros, cabras y así y así. Hasta una máquina para hacer paisaje inventé. Máquinas para hacer ideas y cosas. Una denuncia en clave poética de la tecnología avasalladora que nos invade.
Considerándose un polifacético, ¿Por qué no se ha atrevido con nuevas técnicas como el video arte?
El videoarte me viene rondando por la cabeza desde un tiempo atrás. He realizado cosas experimentales. Tengo en mente algunas ideas. Asi que estoy estudiando a ratos perdidos la técnica audiovisual. En ésta étnica aún estoy en el vientre de la madre. No sé, todo es cuestión de tiempo. En este sentido he hecho cosas convencionales como documentales y cortos, pero en el plano direccional y argumental. De todas maneras esta es una labor que requiere de mucho tiempo y se puede uno disgregar.
¿Qué opinión tiene de ARCO? ¿Le gustaría exponer?
Una vez una galería sevillana quería llevar parte de mi obra. No hubo acuerdo y todo quedó en agua de barajar. Mi opinión de Arco es que no tengo opinión. De todas maneras nunca sentí una especial predilección por los mercados del arte, aunque considero que pueda tener sus cosas buenas. La luz y la sombra se cierne siempre sobre la mercadería artística. Siempre he sido artista a la antigua usanza (la obra por encargo) . Me he movido poco por los circuitos puramente comerciales. ¿Qué si me gustaría exponer? Pues, no lo sé. ¿Si se mira por el lado de la difusión de tu obra? Puede que sí. Nada de lo humano le es a uno extraño como decía el filósofo.
¿Se siente satisfecho con el apoyo de las diferentes instituciones
regionales?, o ¿aún se les podría pedir un poquito más?
Mi relación con las instituciones es la siguiente: me encargan una obra y yo la hago. Nada más. Para las grandes esculturas las instituciones pueden ayudar qué duda cabe. Asi las grandes instituciones ayudad a las pequeñas. De esta manera en pueblos pequeños se pueden acometer obras artísticas de gran formato e importancia. Sobre todo en la escultura. Las principales demandas para los escultores siempre vienen da las instituciones públicas. La escultura es costosa. Por tanto sin la aportación de las instituciones públicas y privadas sería imposible llevar a cabo los proyectos.
Otra cosa bien diferente es, depender de la teta gubernamental. Vivir a costa de subvenciones. Eso ya es otra vertiente, que no ayuda a la independencia tan necesaria de los creadores.
¿Cómo ve usted el arte en la actualidad?
Apasionante. Con sus sombras de camelo como en todas las épocas. Cada uno se expresa con plena libertad. Aunque siempre con el fantasma acechador del todo vale. ¿Realidad o abstracción? El eterno dilema. Estoy con Gustavo Torner cuando dice que la abstracción no está en contra de la realidad. Es como una metáfora de lo real. Eso mismo. En medio del “totus revolutum “ del arte actual, hay auténticos logros artísticos, dignos ilustradores del tiempo actual. El artista haga lo que haga siempre tiene que estar inmerso en el tiempo que le ha tocado vivir. Se antepone muchas veces lo original o lo epatante ante otros valores más sólidos. El auténtico sentido de una obra de arte es su universalidad. Ortega y Gasset defendía que lo plenamente individual o singular no existe; sino que nos repetimos muchas veces como los cromos. Lo importante es ser conciente que el mundo se mueve por estereotipos. La independencia total no existe; termina siempre transformándose en acto de dependencia.
Vivimos ante todo en un mundo fieramente competitivo, y esto se refleja a las claras en el arte. La competición es tan falsa y mas en el arte, que el mismísimo Charlot, se presentó de incógnito a un concurso donde se imitaba a su propio personaje y quedó en tercer lugar. Al final de todo me quedo con la mitica frase de Baudelaire: “El arte es largo y el tiempo corto”.
¿Qué piensa cuando empieza una obra?
Difícil respuesta. Mas que pensar me dejo arrastrar, llevar por los pensamientos. Cuando empiezo una obra por dentro llevo todas las sensaciones habidas y por haber. Se ponen en marcha los cinco sentidos (con el sexto incluido). Se mueve uno por grandes ritmos biológicos. Hay que rastrear en lo invisible la esencia de la vida, la explosión infinita de la naturaleza. Empezar una obra es hacer un viaje sin retorno por las profundidades de uno mísmo. Una aventura.
Para todos los que somos ajenos a esto de la producción artística, ¿de dónde se saca la inspiración para no trabajar una y otra vez sobre el mismo cuadro?, ¿existen las musas o las mejores musas son los recuerdos?
Eso de la inspiración es un tema siempre contradictorio. Picasso decía que el no buscaba, encontraba, sin embargo Gustavo Torner `piensa lo contrario, que después de encontrar – del que encuentra ya no queda nada-. Yo entiendo la creación como un viaje de la idea a la memoria. Un viejo gitano cantaor de flamenco decía que “cantaba porque se acordaba de lo vivido”. Eso es. Las musas son los vientos vividos que andan almacenados en la memoria que aparecen en cualquier momento creando o no. La aventura del espíritu lo lleva a uno por un camino de continua sorpresa. Nunca uno puede trabajar en un mismo cuadro, por la sencilla razón de que nunca existe una gota de agua igual a otra. La inspiración llega o se llama. Si la llamas de verdad siempre acude.
La mayoría de sus pinturas nos resultan cercanas, por el carácter costumbrista de nuestra tierra, ¿comparte con el público pinceladas de su propia vida?
Creo haber respondido a esta pregunta en una anterior. Vivo en mundo real donde hay que compartir cada día el pan y el aceite. De la gente extraigo muchas ideas y conocimientos. Lo cosmopolita no está o no debe estar reñido con la veta o la vena popular. El artista debe sentir y padecer la historia y la intrahistoria más cercana, allí donde su vida se desenvuelva. Sin caer necesariamente en el costumbrismo o ser un cronista narrativo de la realidad.
Aunque nuca busqué el arte popular, si hay en mi obra cierta savia nutricia emanada del pueblo. Siempre una especial simpatía por los pintores primitivistas, cándidos,i ngenuos: el arte naïf.
Mi obra es el resultado del aire vivido… (Jesús Cuesta Arana) ¿Cuánto tienen sus obras de poesía? Y ¿Cuánto de realidad y fantasía?
Soy de los que piensan en la pureza de la obra de arte. En la pintura-pintura. Eso no quita que tengan su sustrato poético. Si la poesía es vida interior, también lo es todas las manifestaciones artísticas. Una pintura o una escultura debe desprenderse en lo posible de lo narrativo, de lo literario. Que una pintura sea pretexto literario eso ya es otra cosa. Todo consiste en mirar y pensar. De esta forma siempre se tendrá la propia versión e interpretación de la vida y sus conjuntos. Lo que es la realidad y la interpretación. Entre la magia y la poesía he tratado de comprender o encontrar el verdadero sentido del arte desde los plomeros pueblos primitivos.
En definitiva la capacidad de inventar una nueva realidad, una realidad propia se la llama imaginación; esta facultad la posee el sueño.
Muchas veces me he sentido como un niño que juega a desmontarse los juguetes para hacer otros nuevos. Así de un tren de hojalata podía salir un barco y manipulando todavía mas hasta un avión. ¿No es esto pura magia?
¿Qué le falta por por pintar?
No lo sé. Quizás la soledad de un niño. Me gustaría hacer un gran mural “La romería pagana”,que sería un compendio de mi obra. En ese sueño estoy.
Si tuviera que elegir un “most wanted picture” entre todos los cuadros de la historia del arte, ¿con qué obra se quedaría?
Las Meninas, sin duda. Ya no por su aire polvoriento y traspasable, sino por el halo de misterio que envuelve la atmósfera general del cuadro. Me inquieta su realidad indefinible, mágica e inaprensible La impresión nerviosa de un artista ante una escena aparentemente tranquila. El diálogo de sus personajes con cada espectador. A pesar de los ropajes, el cuadro desprende modernidad. Poesia en suma. Velázquez ante el lienzo pretende pintarnos a nosotros mísmos para incluirnos en un cuadro dentro de un cuadro.
Hago mia las palabras de Soledad Puértolas cuando dice que en Las Meninas hay luz, aire y tiempo alrededor de una escena enigmatica de la vida.
Y, ¿si esa obra tuviera que ser suya?
Me quedo con Las cuatro estaciones. Se trata de un autorretrato donde no se me ve nunca. Me imagino o me siento dentro de la obra.
Además fue pìntada en un fase en mi vida, digamos de constricción, de recontar, de sobrevolar por el “aire vivido”.
La vida y el arte son indivisibles. Toda obra de arte tiene un misterio que decir. Al final de todo uno se siente como en el verso de Celaya. “El niño que fui me llama a gritos con su silencio”.
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